Jnum, el dios ceramista

El dios Jnum

Uno de los dioses más antiguos de Egipto era Jnum (cuyo nombre significa, literalmente, moldeador), que se veneraba especialmente en la ciudad de Esna (la Latópolis de los griegos), capital del Alto Egipto.
Según la tradición (que se puede rastrear remontándonos a 3.000 años a.n.e.), Jnum no solo creó (junto a Ptah y bajo la dirección de Tot) todo el Universo a partir de una especie de huevo primordial, sino que también fue el responsable de la creación de los seres humanos, modelándolos con arcilla sobre un torno de alfarero. En dicho torno creaba tanto el cuerpo físico de las personas como el ka, una de las esencias vitales de cada ser humano (la otra era el ba, que a diferencia del ka era espíritu puro, ya que el ka tenía la forma del ser al que pertenecía, como una especie de cuerpo astral). El ka creado por Jnum era lo que dotaba al ser humano de inmortalidad, y lo introducía en cada persona en el momento de nacer.
Cuenta la leyenda que Jnum se cansó de tanto crear humanos y destrozó su torno de alfarero en añicos, pero
para no detener el desarrollo de la Humanidad introdujo cada uno de los fragmentos en el útero de cada mujer, para que a partir de entonces fueran las mujeres quienes crearan a los seres humanos a partir de su vientre.
Los mitos siempre se basan en un poso de realidad histórica. La que se puede deducir del mito de Jnum, como vimos en clase de Historia de la Cerámica, es que el torno de alfarero ya se utilizaba en el Antiguo Egipto desde hace, al menos, 5.000 años, fecha en la que se recoge escrita la creación del ser humano por Jnum.

Jnum modelando un hombre en su torno

Como hemos visto en Fundamentos del arte, podemos recurrir a la iconografía para identificar a los dioses egipcios. La iconografía de Jnum es la siguiente: cabeza o cuernos de carnero, el Anj (cruz de la vida) en la mano izquierda y en la derecha el cetro uas (una especie de largo cayado acabado por debajo en horquilla y coronado por una especie de "T" inclinada, en forma de una estilizada cabeza de ave fantástica). A veces se representa a Jnum con la corona blanca del Alto Egipto, el Hedjet, que también portan otros dioses, como Osiris.
En cada lugar de Egipto se veneraban dioses distintos, y la creación de seres humanos y dioses se recogía en mitos distintos y, a veces, contradictorios entre sí. Es el caso del mito de Isis (que ya hemos visto en clase de Fundamentos). Por ejemplo, en algunas tradiciones son Anubis y Neftis quienes ayudan a Isis a reconstruir a Osiris, que posteriormente impregnaría con su esencia divina a Isis para concebir a Horus. Pero en otros mitos es Jnum quien crea a Horus con ayuda de Isis, que aportaría su fuerza divina, simbolizada con el Anj. De hecho, en varios templos del Alto Egipto aparecen representaciones de Jnum creando dioses y diosas con ayuda de diosas femeninas, como Isis o Heket.

Jnum modelando a la diosa Ihi, en presencia de Heket, diosa de la fertilidad que a veces se identifica con Hathor o Isis

El dios Ptah

En Egipto, cada actividad humana tenía un dios protector. Por supuesto, en el caso de los ceramistas o alfareros el candidato idóneo era Jnum, pero en otros lugares se veneraba también a Ptah, que se solía representar amortajado, con la piel verde y la cabeza cubierta con un casquete, y portando un cetro uas, como Jnum. A Ptah se le veneraba como dios creador y constructor y patrón de albañiles, artesanos y alfareros. De hecho, como hemos visto, se le hacía responsable de la creación del Universo junto a Jnum.
El mundo egipcio conforma un universo en sí mismo. Y, por suerte, lo podremos comprobar en una próxima visita al Museo Arqueológico de Madrid, donde existe una modesta pero interesante colección de Arte Egipcio. Porque es así, conociendo las cosas de primera mano, como podemos exprimir el 100% de lo que aprendemos en clase.