sábado, 16 de abril de 2011

La conquista de la Democracia: Clara Campoamor y el voto de las mujeres

Aviso: este artículo tiene una importante errata. La primera persona de cada grupo que la descubra tendrá un 10 que se sumará al casillero de las actividades voluntarias. A por ello, que es gratis.
Durante toda la Historia de España, hasta bien entrado el siglo XX, la situación de la mujer era de clara subordinación al hombre.
A la mujer no se le permitía hacer nada sin el permiso del padre o del marido: no podía abrir cuentas bancarias, gestionar negocios, o, ni siquiera, asistir a clases a la Universidad. El papel de la mujer se reducía al de buena esposa y madre, encargada de las labores del hogar mientras que el hombre se encargaba de la vida social.
Sin embargo, ya desde el siglo XIX un puñado de jóvenes arrojadas habían sido capaces de alcanzar estudios universitarios. Uno de los primeros casos fue Concepción Arenal, que tuvo que llegar al extremo de tener que disfrazarse de hombre para poder asistir a clase.
Cuando el 14 de abril de 1931 se proclamó la IIª República en España, la situación de la mujer era aún de clara discriminación. La política seguía siendo cosa de hombres y sólo algunas mujeres como la anarquista Lucía Sánchez Saornil, la marxista Margarita Nelken, o las republicanas Victoria Kent o Clara Campoamor  llegaron a hacerse un hueco en este mundo de hombres.
A pesar de que los partidos de izquierdas ejercieron una notable influencia a la hora de redactar la constitución de la República Española de 1931, introduciendo leyes progresistas como el derecho al divorcio o a que las mujeres pudieran ser elegidas diputadas, no recogió aún el derecho al voto por parte de las mujeres, a pesar de que importantes líderes políticos, como el socialista Indalecio Prieto, lo defendieron con ahinco.
Precisamente uno de los momentos estelares de la historia del sufragismo fue el debate del artículo 36 de la constitución que aprobaba el voto femenino.
En este debate se enfrentaron Clara Campoamor, que defendía la igualdad entre hombres y mujeres sin restricciones, y Victoria Kent, que pensaba como Clara, pero que creía que el voto femenino sería mediatizado por el clero y al final supondría una trampa para la República.
Tras apasionadas intervenciones, con argumentos de todo tipo a favor y en contra, se eliminó la última traba legal para la igualdad entre hombres y mujeres.
Por primera vez en España, las mujeres entraban por la puerta grande de la Historia de mano de la República.
Como predijo Victoria Kent, en las elecciones de 1933 la derecha ganó gracias, precisamente, al voto de las mujeres.  Sin embargo, gracias a Clara Campoamor y a su verbo incendiario, prevaleció la razón por encima de los intereses partidistas. Finalizamos esta entrada con una de las citas más famosas de Clara Campoamor, pronunciada en el transcurso del famoso debate (recogida de "El voto femenino y yo". Editorial Horas. Madrid, 2006, p. 107):

"Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar , a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras".

6 comentarios:

  1. Creo que he encontrado el error, espero haber sido el primero, revista tu correo Jesús :)

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  2. No era eso, aunque es un buen argumento!

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  3. He encontrado el error!!
    Te dejo el comentario como me has dicho en el correo =D

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  4. Sí, el error estaba en Indalecio Prieto, que se posicionó siempre en contra del voto femenino, pese a que su partido, el PSOE, votó a favor.
    ¡Enhorabuena!

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  5. El gazapo lo han encontrado Faty Prieto, Inma Álvarez y Jesús Tirado.
    Los demás que habéis participado también tendréis una nota positiva en las actividades voluntarias.

    Saludetes

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  6. Indalecio Prieto defendió el derecho a voto por parte de las mujeres, y eso es mentira ya que gran parte de los diputados del PSOE -excepto el sector encabezado por Indalecio Prieto- y algunos republicanos fueron los que no apoyaron este derecho.

    carolina rodriguez

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