jueves, 22 de diciembre de 2011

¿Feliz Navidad...o Feliz Solsticio de Invierno?

Tríptico Portarini, de Hugo van der Goes, obra maestra del gótico flamenco, donde se aprecia una Natividad y unos donantes junto a sus santos patrones.
Vimos en Historia de España cómo en el Concilio de Nicea, más de 300 años años después del nacimiento de Cristo, se tomaron algunas decisiones de importancia capital para la historia occidental.
Por ejemplo, se decidió algo tan transcendental como que Cristo era Dios mismo, de la misma naturaleza que el Padre.
Pero también se decidieron otras cosillas muchos siglos después de que Cristo paseara por la maltratada patria de los palestinos, como el propio cumple de Cristo, o sea, el día de su nacimiento (la Navidad).
De hecho, en ninguna parte de los cuatro Evangelios aceptados por la Iglesia Católica (los del Tetramorfos, ya sabéis), ni en los no aceptados (como en el de Santiago o el de Tomás), aparece la fecha del cumpleaños de Cristo. Ni siquiera se sabe el año exacto de su nacimiento, y se especula que Jesucristo nacería cinco o seis años antes de Cristo, ya que Dionisio el Exiguo, el monje rumano creador de la llamada Era Cristiana, se equivocó en el cálculo.
Hasta el año 350 de nuestra era no se había determinado la fecha de la Navidad, pero el papa Julio I estableció como fecha el 25 de diciembre, algo que se mantiene hoy en día. Pero la controversia no acaba ahí, ya que en los países ortodoxos del Este de Europa lo común era celebrar la Navidad (o sea, el nacimiento de Cristo) el día 7 de enero, coincidiendo con la Epifanía (o sea, el día de los Reyes Magos), porque tienen en cuenta el calendario Juliano, que tiene un desfase de unos diez días respecto al gregoriano.
¿Y por qué el bueno de Julio I querría cambiar el cumple de Cristo? Pues por razones de oportunismo. Desde fechas inmemoriales se venía celebrando el Solsticio de Invierno, es decir, el momento del año en que los días se empiezan a alargar con respecto a la noche, o sea, el triunfo del Sol.

Los romanos, precisamente, celebraban esa fiesta después de una semana de juerga (las Saturnalia, una especie de mezcla entre carnaval, desenfreno sexual y botellón). Es fácil entender cómo una fiesta en la que la gente cometía todo tipo de excesos contra la moral asumida por los cristianos no fuera del agrado de éstos, pero también es fácil entender que una fiesta así es muy difícil de erradicar. Además, el culto a Mitra, que estaba muy difundido entre el ejército romano, celebraba también su día grande en esa fecha.

Así que pensaron: si no puedes con ellos, únete a ellos. Declararon que el día del Sol Invictus era el día del nacimiento de Cristo, el auténtico Sol Invicto, de modo que poco a poco la gente fuera asociando la fecha al cristianismo.
¡Y vaya si lo consiguieron!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un retrato diabólico

Retrato de Satanás, según aparece en el Codex Gigas.
En clase de Historia de la Imagen Gráfica, de 2º de Gráfica Publicitaria, estamos viendo los manuscritos iluminados medievales (en Autoedición los veremos también muy pronto), y hemos estado comprobando cómo la mayoría de las obras conservadas tienen una temática religiosa.
Por eso resulta curioso encontrar un retrato del propio Satanás.
En efecto, en el llamado Codex Gigas se conserva el que se considera el más antiguo retrato del Maligno, que se muestra en el encabezamiento de este artículo.
Sin embargo, ésta es sólo una de las muchas rarezas del Codex Gigas, que es peculiar en todos los sentidos. Por ejemplo, pesa casi 75 kilos, mide más de 90 por 50 cm (cerrado) y tiene más de 600 páginas de pergamino confeccionado con vitela o quizás con piel de burro (para confeccionar páginas tan grandes). Pero lo más curioso es la mezcolanza: incluye la Biblia completa (aunque no todas las partes de ella pertenecen a la versión aceptada por la Iglesia Católica, la Vulgata de san Jerónimo), dos libros del historiador judeorromano Flavio Josefo, encantamientos mágicos, una crónica de los principales reyes de Bohemia (actualmente en la República Checa), la Chronica Boemorum, y un batiburrillo de curiosidades varias: un calendario, necrológicas (listas de personas fallecidas), hierbas medicinales, etc., etc.
Además, a esta enigmática mezcolanza sin parangón, se le añaden las fantásticas leyendas sobre su origen: según la tradición, fue compuesto por un monje checo del siglo XIII, a quien, para expiar un grave pecado, le fue concedido el perdón a cambio de que acabara el libro en una sola noche. El monje, como no podía ser de otra manera, pidió ayuda al Demonio, y Belcebú accedió a cambio de que apareciera su retrato, en uno de los ejercicios de narcisismo más antiguos que se conocen.
No es de extrañar, por tanto, la fascinación que este libro ha despertado a lo largo de la Historia, ya que se creía que su posesión proporcionaba a su dueño un inmenso poder. De hecho, el Codex Gigas fue robado en muchas ocasiones, comprado por cifras más espeluznantes que la propia leyenda, y atesorado en secreto por reyes y emperadores.
Letra capitular al inicio del Libro de la Sabiduría de Salomón
Sin embargo, el verdadero valor del libro es su calidad artística y su excelente estado de conservación. Contiene iniciales capitulares que ocupan a veces toda la página, y aunque la gama cromática de sus iluminaciones es escasa, sí que es vibrante (como corresponde a la témpera) y a veces incluye pan de oro junto al texto compuesto en una variedad evolucionada de la bella escritura carolingia.
El Codex Gigas abierto por la página que incluye el retrato del Maligno.
Actualmente se encuentra en la Biblioteca Nacional de Suecia, y está considerado como uno de los más importantes tesoros nacionales del estado sueco.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Felipe II y la Leyenda Negra

Retrato de Felipe II, pintado por
Sofonisba Anguissola, erróneamente atribuido a su maestro, Alonso Sánchez Coello
En el siglo XVI, España era en el mundo lo equivalente a Estados Unidos en el mundo actual. Sin embargo, esta hegemonía no vino acompañada por el bienestar del pueblo ni por la paz, ya que, como estamos viendo en clase, este Imperio donde nunca se ponía el sol estuvo en guerra continua contra sus enemigos (Inglaterra, Francia, el Imperio turco y los protestantes holandeses), lo que esquilmó su economía y le granjeó el odio de media Europa.
Este odio fue fomentado como arma política tanto por los luteranos y los calvinistas como por los rebeldes holandeses o los reyes de los países enemigos de España, conformando lo que se conoce como Leyenda Negra, entendida como tal la propagada antiespañola que presentaba a Felipe II como un monstruo sediento de sangre y un fanático católico dispuesto a exterminar a todo aquel que se opusiera a sus deseos y a los de la Santa Iglesia.
La Leyenda Negra arraigó sobre todo en Holanda, donde los independentistas denigraron tanto la figura del Gobernador de Flandes, el Duque de Alba, que aún hoy se asusta a los niños holandeses, no con el coco, sino con el propio Duque.
Grabado holandés anónimo de finales del siglo XVI, donde se representa al Gobernador de Flandes, el Duque de Alba, como un tirano sediento de sangre, incluso devorando niños.
Sin embargo, la Leyenda Negra no hizo mella en la firme voluntad de Felipe II excepto en lo concerniente a su hijo y heredero, el príncipe Carlos de Austria.
Retrato del príncipe Carlos de Austria y Portugal, pintado por Alonso Sánchez Coello .
En efecto, aunque este crío tenía una cara angelical (como pudimos comprobar el día 24 de noviembre en nuestra visita al Museo del Prado, en el famoso retrato del príncipe Carlos, pintado por Alonso Sánchez Coello), era un auténtico monstruito: según los cronistas de la época, disfrutaba destripando pajaritos, liebres, gatos, etc., y llegó al extremo de mandar azotar a una niña por puro placer y a intentar el asesinato de algunos miembros de la Corte. Su padre, el rey Felipe, no tuvo más remedio que encarcelarlo cuando descubrió que su angelito estaba conspirando contra el rey. Una vez encerrado y apartado de la circulación, el príncipe murió. Según la versión oficial, se debió a una especie de huelga de hambre voluntaria; pero las malas lenguas (entre ellas las del antiguo secretario y mano derecha del propio Felipe, Antonio Pérez) dicen que fue el propio Felipe quien ordenó la muerte de su vástago. Según algunos historiadores, es posible que esta hipótesis sea cierta, porque Felipe fue un rey con un alto sentido de hombre de Estado, que ponía el interés del reino por encima del propio. Y, además, fue un hombre torturado por el remordimiento, como lo demuestra el que llegara hasta el punto de asistir a varias misas al día y de hacer llevar al Monasterio de El Escorial (su residencia oficial y obra cumbre del Renacimiento español) más de ¡¡7.000!! reliquias de santos y beatos de toda la Cristiandad.
Y dicen que quien teme, algo debe.

martes, 8 de noviembre de 2011

Aitor Saraiba y los Smiths

El viernes pasado tuvimos la suerte de asistir en nuestra Escuela de Arte Talavera a una charla ofrecida por el artista talaverano Aitor Saraiba, titulada "10 años pintando la mona".
La conferencia fue de todo menos aburrida, ya que Aitor estudió en la casa y, más que conferencia de un reputado artista (que lo es), parecía más una reunión informal.
Además de disfrutar con uina retrospectiva de su obra, nos adelantó en exclusiva unas cuantas pistas de su próximo trabajo, que se centrará en una figura mítica, el cantante y fundador de The Smiths, Morrissey, pasado por el filtro de sus fans mexicanos de California. Aitor nos explicó que en la comunidad mexicana de los Estados Unidos, Morrissey es uno de los ídolos más venerados, todo ello a pesar de que ni la ideología, ni la forma de entender la política, la moral o la religión de los mexicanos coincida ni por asomo con la visión de Morrissey, una personalidad explosiva y sin pelos en la lengua, acusado muchas veces de radicalismo.
Además de animarnos a escuchar buena música (qué decir de un fan de Metallica), Aitor se nos fue abriendo en canal y demostró a l@s chic@s de la Escuela que para llegar a ser un gran artista no es necesario acometer ideas faraónicas ni proyectos megalómanos, sino sencillamente creernos nosotros mismos nuestro trabajo y poner las entrañas encima de la mesa.
Todo un privilegio, y todo un placer.

sábado, 15 de octubre de 2011

Talavera- Toledo: rivalidad histórica


La historia de la relación entre Talavera de la Reina y Toledo ha sido siempre de amor y desamor.
Por una parte, los toledanos siempre han sentido cierto orgullo por tener una ciudad tan grande en el territorio provincial, pero a la vez envidia, porque hasta hace pocas fechas la población talaverana era mucho mayor.
Por otra parte, en Talavera siempre se ha mirado por encima del hombro a Toledo, cuyo único mérito es, según ésta, situarse en el centro de la provincia.
Pero, siendo objetivos, la verdad es que Talavera y Toledo siempre se han dado la espalda, sólo unidas por el Tajo y por la pertenencia a la misma provincia.
Desde época prehistórica, los talaveranos pertenecen al ámbito del pueblo de los Vetones (los celtas de los verracos de Ávila o de Castillo de Bayuela), mientras que Toledo pertenecía al área de los Carpetanos, que aunque celtas también, tenían más influencia ibera y menos preferencia por la ganadería. De hecho, el adjetivo carpetovetónico hace referencia a la mezcla de caracteres que definen la España profunda, lo carca.
El suelo y el terreno incluso son distintos, y hasta paradójicos, porque aunque Toledo está enclavado en un territorio calizo, se alza sobre un promontorio granítico; por su parte, Talavera, rodeada de granito y montes por todas partes, se sitúa sobre la vega del Tajo, en terreno llano.
Por eso no resulta extraña la rivalidad deportiva entre unos y otros, que no es más que la expresión de unas diferencias que, pese a todo, son minúsculas en comparación con lo que nos une: porque, lejos de ahondar en las peculiaridades, hace ya tiempo que los rencores ancestrales se limitan a los escasos grupos ultras de los respectivos equipos, que suplen con violencia su falta de materia gris.
Como curiosidad, hay que destacar que la rivalidad de los colores verde y azul de los equipos toledano y talaverano se remonta al Imperio Romano: el circo (que, recordemos, no es donde luchaban los gladiadores sino donde corrían los caballos, las bigas y las cuadrigas) levantaba tales pasiones que las familias, como hoy día, eran de un color o de otro hasta el punto de querer ser enterrados o incinerados con los colores de su equipo. En el Imperio Bizantino las carreras de carros dieron lugar a rivalidades que se convirtieron en auténticas rebeliones, como la de Niká, resueltas de forma muy sangrienta.
En fin, que hemos cambiado bien poco en estos dos mil años.
Os recomiendo la lectura de Tierra en los calcetines: en busca del Toledo perdido, un librito muy ameno que habla sobre la arqueología de Toledo, escrito en un tono informal y divulgativo, pero con rigor, por el arqueólogo puenteño Bienvenido Maquedano, en el cuál uno de los capítulos habla, precisamente, de esta rivalidad atávica entre Talavera de la Reina y Toledo.

miércoles, 27 de abril de 2011

Las grullas de Sadako Sasaki

Alba Escalante, de 2ºC, nos ha enviado este artículo para compartir con toda la comunidad educativa de la Escuela. Espero que os guste.
Dado que este año por fin podremos ver algo de la Segunda Guerra Mundial, me gustaría hacer un aporte respecto a un poema que se convirtió en todo un símbolo ruso.
Antes que nada, he de explicar la figura de Sadako Sasaki, una gran influencia en el daguestaní Rasul Gamzatov (poeta en cuestión y punto central de esta información).
Sadako Sasaki era una niña japonesa que estuvo a una milla dela zona 0 de la explosión en Hiroshima, con apenas 2 añitos; nueve años después empezó a mostrar enfermedades a causa de esa radiactividad (como bultos en el cuello y detrás de las orejas, manchas púrpuras en las piernas, leucemia), y con la edad de 12 años fue ingresada en el hospital. Sadako tenía la ilusión de conseguir hacer 1000 grullas (o cigüeñas) de origami (papiroflexia) antes de fallecer (dado que según una leyenda de la cultura japonesa dice que si consigues doblar 1000 grullas, se te concede un deseo). Hacía grullas con todo tipo de papeles, ya fuesen envoltorios de regalo, de medicamentos, papel usado o nuevo. Falleció ocho meses después, algunos dicen que acabó por hacerlas todas, otros que murió habiendo hecho 622 grullas y sus compañeros del colegio la ayudaron acabando de hacer las mil grullas.
Rasul al ver el monumento de Sadako Sasaki y el Parque en Memoria de la Paz de Hiroshima se impresionó muchísimo, a pesar de que llevaba desde hace algunos meses pensando en las grullas de Sadako, por lo que decidió escribir un poema, escrito originalmente en ávaro (una lengua del norte del Cáucaso) y que se hizo famoso gracias a la traducción rusa de otro poeta llamado Naum Grebnyov
Esta traducción se publicó en una revista, llamando la atención de un cantante y actor ruso Mark Bernes (también llamado el Frank Sinatra Ruso), el cual pidió al compositor ruso Yan Frenkel que compusiese la música. Cuando este la tuvo lista, Bernes se echó a llorar al escucharla porque se sentía muy identificado con ella (especialmente con el tercer párrafo, dado que estaba enfermo de cáncer).
Mark Bernes estrenó esta canción en 1969, una semana antes de morir.
Tanta importancia ha tenido esta canción que se canta en los homenajes a las personas caídas pertenecientes a la ex-Unión Soviética por la Segunda Guerra Mundial:
Cabe destacar, que murió el 14% de la población soviética total (26'2 millones de personas que habitaban en la URSS).
Para haceros una idea, en la Alemania Nazi murieron el 10'5%, en China el 2'9%, en Japón un 3'8%, en Francia un 1'4%, Italia 1%, en Reino Unido 0'9% y en EE.UU un 0'3%.
Otros de los países que superaron el 10% de muertes fueron: Polonia con 16'7%, la República de Nauru con un 14'7%, Lituania con un 13'7%, Letonia con un 11'4% y Timor Portugués (actual Timor Oriental) con un 11%.
De los 26'2 millones Rusia sólo perdió a 14 de esos millones, por lo que más que un himno ruso, se considera un himno soviético.
A continuación dejo algunos vídeos y la traducción de la canción, la cual se conoce como Zhuravli/las grullas blancas/las grullas están volando 
(este enlace, hace homenaje a las mujeres que sirvieron en combate en la Segunda Guerra Mundial ; interpretada por el barítono Dmitri Khvorostovsky junto con la Orquesta de Cámara de Moscú)
(este enlace hace referencia al significado de la canción, a los caídos en la Segunda Guerra Mundial; cantada por Mark Bernes (en mi opinión le da un toque más bonito que Dmitri Khvorostovsky)
(este enlace es una interpretación por el grupo femenino Serebro, el cual quedó en tercer puesto representando a Rusia en el Festival de Eurovisión 2007)

Traducción:

A veces se puede ver a los soldados 
que no volvieron de los sangrientos campos de batalla 
cuando no fueron enterrados bajo tierra 
se convirtieron en grullas blancas... 

Esto ha pasado desde hace mucho tiempo, 
ellos han volado, y llamado, 
tal vez por eso nos ponemos tristes y silenciosos
tan a menudo mirando el cielo

Ellos vuelan y vuelan arriba en el cielo,
ellos vuelan desde la mañana al anochecer,
en su formación hay un espacio,
tal vez ese espacio es mio.

El día para que yo vuele vendrá,
para volar con estas grullas volando en el mismo cielo azul.
Llamar desde el cielo, en el lenguaje de los pájaros
el nombre de los seres amados que deje en la tierra. 
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Siempre sacas a relucir la importancia de desde que parte del cristal se ven las cosas, así que me parecía cuanto menos curioso compartir esta con los demás.

sábado, 16 de abril de 2011

La conquista de la Democracia: Clara Campoamor y el voto de las mujeres

Aviso: este artículo tiene una importante errata. La primera persona de cada grupo que la descubra tendrá un 10 que se sumará al casillero de las actividades voluntarias. A por ello, que es gratis.
Durante toda la Historia de España, hasta bien entrado el siglo XX, la situación de la mujer era de clara subordinación al hombre.
A la mujer no se le permitía hacer nada sin el permiso del padre o del marido: no podía abrir cuentas bancarias, gestionar negocios, o, ni siquiera, asistir a clases a la Universidad. El papel de la mujer se reducía al de buena esposa y madre, encargada de las labores del hogar mientras que el hombre se encargaba de la vida social.
Sin embargo, ya desde el siglo XIX un puñado de jóvenes arrojadas habían sido capaces de alcanzar estudios universitarios. Uno de los primeros casos fue Concepción Arenal, que tuvo que llegar al extremo de tener que disfrazarse de hombre para poder asistir a clase.
Cuando el 14 de abril de 1931 se proclamó la IIª República en España, la situación de la mujer era aún de clara discriminación. La política seguía siendo cosa de hombres y sólo algunas mujeres como la anarquista Lucía Sánchez Saornil, la marxista Margarita Nelken, o las republicanas Victoria Kent o Clara Campoamor  llegaron a hacerse un hueco en este mundo de hombres.
A pesar de que los partidos de izquierdas ejercieron una notable influencia a la hora de redactar la constitución de la República Española de 1931, introduciendo leyes progresistas como el derecho al divorcio o a que las mujeres pudieran ser elegidas diputadas, no recogió aún el derecho al voto por parte de las mujeres, a pesar de que importantes líderes políticos, como el socialista Indalecio Prieto, lo defendieron con ahinco.
Precisamente uno de los momentos estelares de la historia del sufragismo fue el debate del artículo 36 de la constitución que aprobaba el voto femenino.
En este debate se enfrentaron Clara Campoamor, que defendía la igualdad entre hombres y mujeres sin restricciones, y Victoria Kent, que pensaba como Clara, pero que creía que el voto femenino sería mediatizado por el clero y al final supondría una trampa para la República.
Tras apasionadas intervenciones, con argumentos de todo tipo a favor y en contra, se eliminó la última traba legal para la igualdad entre hombres y mujeres.
Por primera vez en España, las mujeres entraban por la puerta grande de la Historia de mano de la República.
Como predijo Victoria Kent, en las elecciones de 1933 la derecha ganó gracias, precisamente, al voto de las mujeres.  Sin embargo, gracias a Clara Campoamor y a su verbo incendiario, prevaleció la razón por encima de los intereses partidistas. Finalizamos esta entrada con una de las citas más famosas de Clara Campoamor, pronunciada en el transcurso del famoso debate (recogida de "El voto femenino y yo". Editorial Horas. Madrid, 2006, p. 107):

"Resolved lo que queráis, pero afrontando la responsabilidad de dar entrada a esa mitad de género humano en política, para que la política sea cosa de dos, porque solo hay una cosa que hace un sexo solo: alumbrar; las demás las hacemos todos en común, y no podéis venir aquí vosotros a legislar , a votar impuestos, a dictar deberes, a legislar sobre la raza humana, sobre la mujer y sobre el hijo, aislados, fuera de nosotras".

viernes, 1 de abril de 2011

La balsa de La Medusa

Hace unos años publiqué este artículo en una revista de mi pueblo. Hoy, en clase, viendo la pintura romántica francesa, me he acordado de él y por eso lo comparto con vosotr@s. Además, nos viene al pelo, por lo que está pasando en la isla italiana de Lampedusa. A veces me avergüenzo de ser europeo...
LA BALSA DE LA MEDUSA

 De entre las muchas obras cumbre del arte que se pueden admirar en el parisino Museo del Louvre destaca una de 1819 del pintor romántico Théodore Géricault titulada La balsa de La Medusa.
Esta enorme pintura, tanto por sus dimensiones (mide siete por cinco metros) como por su calidad pictórica, está basada en una truculenta historia que agitó la conciencia de la sociedad francesa de la época.
En 1816, tras la derrota de Napoleón y la restauración de los Borbones en el trono francés, una fragata, La Medusa, naufragó a unos 150 kilómetros de la costa del Senegal (en aquella época territorio galo). Como el total de los 400 navegantes no cabía en los botes salvavidas, el capitán decidió que éstos fueran ocupados según el rango de la tripulación, dando preferencia a oficiales y aristócratas. El resto, unas 150 personas entre marineros, sirvientes y soldados rasos, fue trasladado a una balsa construida con madera de la fragata que sería remolcada por los botes. Sin embargo, al poco tiempo, los aristócratas comprobaron que remolcar la balsa les entorpecía la marcha, así que decidieron cortar las amarras y abandonar la balsa a su suerte.
Los botes alcanzaron la costa sin dificultades, pero la balsa de La Medusa quedó a la deriva; sin víveres, sin remos, sin agua potable, pronto el hambre, la sed, la insolación y la enfermedad se enseñorearon de tan precaria embarcación durante 52 días, al cabo de los cuales sólo 15 tripulantes fueron rescatados con vida, de los que 5 murieron al poco tiempo. Los diez supervivientes difundieron por toda Francia los terribles hechos, relatando tanto el infame acto de los aristócratas de La Medusa como la serie de calamidades que ocurrieron a bordo de la balsa, donde se llegó al asesinato, la enajenación mental, el suicidio e incluso al canibalismo.
El conocimiento de tales noticias causó gran ira y revuelo en la población francesa, que vio en aquellos hechos la personalización de lo repugnante de quienes desprecian hasta el extremo la vida de aquellos a quienes consideran inferiores. El cuadro de Géricault provocó tal vergüenza entre la nobleza que un grupo de ellos intentó comprar el lienzo para destruirlo, aunque la famosa obra se salvó, paradójicamente, al ser adquirida por el propio rey para la colección real.
Aún hoy, casi 200 años después de aquellos hechos, nos sentimos conmovidos por esa historia. Sin embargo, por ironías del destino, en los últimos años no una sino cientos de balsas de La Medusa se dirigen desde el Senegal a las costas españolas cargadas de seres humanos desesperados, desfallecidos, en condiciones infrahumanas, muchos de ellos encontrando la más indigna de las muertes. Sin embargo, muy al contrario que los franceses de hace dos siglos, escuchamos cada día en el Telediario esas noticias sin inmutarnos, sin conmovernos, como si no se tratara de seres humanos.
Puede que no nos queramos parar a reflexionar que nosotros, los españoles del siglo XXI, quizás somos como aquellos aristócratas que, para salvar sus vidas, arrojaron a la muerte a decenas de personas que suponían un lastre para su marcha. De la misma manera, nosotros nos negamos a acoger a las personas que arriban a nuestras costas porque pensamos que supondrán un lastre para nuestra economía. No hace falta más que escuchar cualquier conversación en el bar, en la consulta del dentista o en el despacho del pan: la gente no piensa en estos seres desesperados como en seres humanos con tanta dignidad como nosotros mismos, sino que se queja de que ocuparán puestos de trabajo, acudirán al médico o supondrán un gasto para los servicios sociales. Ni siquiera nos paramos a pensar que quizás dichos emigrantes en realidad no nos vienen a robar nada, que vienen a ocupar los peores puestos de trabajo, que contribuyen al sostenimiento del sistema de pensiones o que dinamizarán nuestra economía gracias a su consumo, alquileres, compra de bienes, etc.
Lo que queremos es que nuestra riqueza, nuestro nivel de vida, no baje ni siquiera una milésima por culpa de estos negros y moros a quienes consideramos inferiores. Como los aristócratas de La Medusa, preferimos cortar las amarras de la balsa que tememos que lastre nuestro futuro. Y con este acto, abandonamos a miles de seres humanos a la desesperación y la muerte.

viernes, 25 de marzo de 2011

En la guerra vale todo

 Ya conocéis el dicho castellano de que en el amor y en la guerra, todo vale. Aunque esta afirmación es de ética dudosa, lo cierto es que desde el principio de los tiempos las guerras han estado llenas de actos indignos, desde el asesinato de Viriato o el truco del Caballo de Troya hasta la manipulación informativa en la reciente Guerra de Irak.
Desde finales del siglo XIX, esta especie de guerra sucia tiene como principal soporte dicha manipulación de la información a través de los mass media, como la televisión o los periódicos. Nuestro país tiene el dudoso honor de haber sido objeto de campañas de desprestigio desde la época de Felipe II (recordad lo de la Leyenda Negra), pero la más sucia, feroz e interesada fue, sin ninguna duda, la que pusieron en marcha los periódicos estadounidenses para declarar la guerra a España y hacerse con las colonias españolas del Pacífico y el Caribe a finales del siglo XIX.

En efecto, a finales de siglo los periódicos sensacionalistas de los Estados Unidos eran la quintaesencia de lo que hoy denominamos periodismo amarillo (aquel que no tiene en cuenta el rigor de la información, sino el impacto en la opinión pública, con profusión de asesinatos, escándalos, famoseo, etc.). Los dirigentes de los dos principales emporios empresariales del periodismo neoyorkino, Hearst  (cuya vida inspiraría la famosa película de Orson Welles, Ciudadano Kane) y Pulitzer (sí, el de los famosos Premios Pulitzer), no dudaron en manipular de forma descarada la información referente a la rebelión cubana contra España, de manera que no solo propiciaron que la opinión pública americana se decantara por la intervención estadounidense en la guerra, sino que empujaron al presidente McKinley a declarar la guerra a España, cuyo desarrollo y consecuencias (el Desastre del 98) hemos estudiado en clase.
Pese a lo exagerado de los artículos incendiarios del New York Journal y el New York World (los periódicos de Hearst y Pulitzer respectivamente), estos fueron haciendo mella en la opinión pública de manera que cuando se produjo el accidente de la explosión a bordo del Acorazado Maine en el puerto de La Habana, dichos magnates de la prensa lanzaron la andanada final que condujo a la Guerra Hispano-Estadounidense.
Durante la segunda mitad del siglo XX, la prensa escrita dejará paso a la televisión. Sin embargo, la manipulación informativa no ha cesado; más bien se ha hecho más sutil y refinada, y más universal, ya que si la prensa decimonónica llegaba tan sólo a un mínimo porcentaje de la población, la televisión está actualmente en todos los hogares del planeta.
Por eso es nuestra obligación no conformarnos con la apariencia de las cosas, sino contrastar las noticias desde diferentes fuentes y aplicar nuestro sentido crítico.
Sobre todo en nuestra época, donde las guerras (en algunas de las cuales España ha participado, como en Irak, Afganistán o Libia) han pasado a calificarse como acciones humanitarias, y donde internet ha empezado a configurarse como una potente herramienta de comunicación, como se demostró con el caso Wikileaks.

domingo, 13 de marzo de 2011

¡Pucherazo!


Algunas palabras y expresiones coloquiales pasan a ser patrimonio popular sin conocer su origen. Una de ellas es "pucherazo".
Cuando Cánovas y Sagasta pusieron en marcha el sistema del Turno Pacífico, pilar de la Restauración, uno de los requisitos fundamentales era el amañamiento de las elecciones para que en las Cortes hubiera una holgada mayoría que apoyara al gobierno.
El sistema era el siguiente:
1º El rey disolvía las Cortes y nombraba un nuevo gobierno.
2º El Ministro de la Gobernación convocaba nuevas elecciones y se reunía con los líderes de los partidos dinásticos: el Conservador y el Liberal.
3º Ambos partidos, mediante el procedimiento del encasillado, decidían qué candidato ganaría en cada una de las circunscripciones electorales, que estaban también amañadas (por ejemplo, una circunscripción rural con 5000 habitantes podía elegir los mismos diputados que una ciudad con un millón).
4º Cuando se hacía el recuento de votos, se amañaba el resultado de manera que siempre ganara el candidato prefijado.
Esto último era lo más problemático. Normalmente no era necesario hacer nada, ya que los caciques locales o comarcales ya se encargaban de presionar al electorado (repartiendo votos a las puertas de los lugares de votación, comprando votos con favores, etc.), pero a veces sí que era necesario manipular las votaciones.
Lo más corriente era sacar las papeletas de votación de la urna e introducir en ella nuevas papeletas... con el nombre del candidato decidido de antemano, claro.
Estos votos se guardaban en un puchero, de ahí la expesión.
La cosa era tan esperpéntica que a veces se reflejaba en las actas que había votado gente que había fallecido semanas antes (llamados, jocosamente, lázaros, porque habían resucitado para votar) , o que había estado ausente, etc.
En los casos más extremos se destruían las actas electorales.
Esta forma de actuar no era exclusiva de España, sino que se daba en la época en la mayoría de países occidentales, desde los EEUU hasta la Alemania de Bismarck. De hecho, Cánovas copió el sistema del Turnismo del caso inglés, donde también se turnaban en el poder los partidos Liberal (Whig) y los Conservador (Tory) con parecidos procedimientos fraudulentos, como los llamados burgos podridos.

miércoles, 26 de enero de 2011

Donde dije digo, digo Diego: la vida y milagros de Fernando VII


Hemos visto en clase cómo ya desde el Proceso de El Escorial, el bueno de Fernando VII (entonces Príncipe de Asturias), aún un pipiolo, denunció a todos sus compinches para escurrir el bulto . Desde entonces, toda su vida fue una serie completita de acciones rastreras y traiciones a troche y moche:

En fin toda una joyita. Hasta su propia madre, María Luisa de Parma, llegó a pedir al Emperador de los Franceses que lo fusilara.

Como muestra, Napoleón, en sus Memorias, dijo de él (el texto lo podéis encontrar en la Wikipedia):

"No cesaba Fernando de pedirme una esposa de mi elección: me escribía espontáneamente para cumplimentarme siempre que yo conseguía alguna victoria; expidió proclamas a los españoles para que se sometiesen, y reconoció a José, lo que quizás se habrá considerado hijo de la fuerza, sin serlo; pero además me pidió su gran banda, me ofreció a su hermano don Carlos para mandar los regimientos españoles que iban a Rusia, cosas todas que de ningún modo tenía precisión de hacer. En fin, me instó vivamente para que le dejase ir a mi Corte de París, y si yo no me presté a un espectáculo que hubiera llamado la atención de Europa, probando de esta manera toda la estabilidad de mi poder, fue porque la gravedad de las circunstancias me llamaba fuera del Imperio y mis frecuentes ausencias de la capital no me proporcionaban ocasión."

Napoleón llegó incluso a publicar su correspondencia con Fernando VII en un periódico parisino para que el pueblo español se diera cuenta de la calaña de aquél a quien llamaban El deseado, a lo que Fernando VII respondió dando las gracias al Emperador por mostrar así al mundo el amor que por él profesaba.

Y, a todo esto, lo más aleccionador es la actitud del pueblo español. Cuando los liberales, al grito de "¡¡¡Viva la Pepa!!!", advertían a sus conciudadanos que Fernando VII los cargaría de cadenas, los patriotas españoles respondían:

¡¡¡Vivan las caenas!!!

Yes. Spain is different.

lunes, 10 de enero de 2011

El Requerimiento. Una treta para el sometimiento de los indígenas americanos.


Cuando se produjo el Descubrimiento de América de 1492, la política de la Monarquía Hispánica empieza a sufrir un enorme giro. Entre otras cosas, se prepara para ser un reino fuerte y poderoso gracias a las riquezas que podía obtener del Nuevo Mundo. Para ello, era necesario establecer mecanismos de sometimiento de la población indígena americana. Uno de ellos fue la aculturación en forma de evangelización forzosa. El Requerimiento no es más que una manifestación de este proceso, se trataba de la lectura pública en los poblados indios de textos referentes a la obediencia debida a sus nuevos señores, los reyes hispanos, y la aceptación de la verdadera fe. Si este requerimiento recibía algún tipo de rechazo, significaba que se convertían automáticamente en enemigos de la Corona y de Dios, lo que suponía el derecho de los conquistadores de masacrar a los rebeldes y esclavizar a los supervivientes. Así era el siglo XVI, un tiempo en el que se cruzó el espíritu medieval caballeresco con los conceptos modernos del dominio del comercio y de los mares. En fin, aquí os dejo una reproducción de un "Requerimiento" de los primeros años de dicho siglo:

De parte del muy alto e muy poderoso y muy católico defensor de la Iglesia, siempre vencedor y nunca vencido, el gran rey don Hernando el Quinto de las Españas, de las dos Çicilias, de Iherusalem y de las Islas e Tierra Firme del mar Océano, etcétera, domador de las gentes bárbaras, y de la muy alta y muy poderosa señora la reina Doña Juana, su muy cara e muy amada hija, nuestros señores, Yo, Pedrarias Dávila, su criado, mensajero y capitán, vos notifico y hago saber como mejor puedo:

Que Dios Nuestro Señor, uno y eterno, crió el cielo y la tierra y un hombre y una mujer, de quien nosotros y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes y procreados, y todos los que después de nosotros vinieren; mas, por la muchedumbre de la generación que destos ha sucedido desde cinco mill y más años que el mundo fué criado, fué necesario que los unos hombres fuesen por una parte y otros por otra, y se dividiesen por muchos reinos e provincias, que en una sola no se podían sostener ni conservar.

De todas estas gentes Nuestro Señor dió cargo a uno, que fué llamado San Pedro, para que de todos los honbres del mundo fuese señor e superior, a quien todos ovedeciesen, y fuese cabeça de todo el linaje umano donde quiera que los honbres viviesen y estubiesen, y en cualquier ley, seta o creencia y dióle a todo el mundo por su reino, señorío y jurisdicción. Y como quier que le mandó que pusiese su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir el mundo, mas tanbién le permitió que pudiese estar y poner su silla en cualquier otra parte del mundo y juzgar y governar a todas las gentes, christianos, moros, judíos, gentiles, y de qualquier otra seta o creencia que fuesen. A este llamaron Papa, que quiere decir admirable, mayor, padre y goardador, porque es padre y governador de todos los hombres. A este San Pedro obedescieron y tomaron por señor, rey y superior del universo los que en aquel tiempo vivían, y ansímismo an tenido todos los otros que después dél fueron al pontificado heligidos; ansi se ha continuado hasta agora y se continuará hasta que el mundo se acabe.

Uno de los Pontífices passados que en lugar deste sucedió en aquella silla e dignidad que he dicho, como señor del mundo, hizo donación destas Islas y Tierra Firme del mar Océano a los dichos Rey e Reyna y a sus subcessores en estos reinos, nuestros Señores, con todo lo que en ellas ay, segund se contiene en ciertas escripturas que sobre ello pasaron, segund dicho es que podeis ver si quisiérdes. Ansi que Sus Altezas son reyes y señores destas Islas e Tierra firme por virtud de la dicha donación; y como a tales reyes y señores, algunas islas más, y casi todas a quien esto ha seído notificado, han recibido a Sus Altezas y les han obedescido y servido y sirven como súbditos lo deven hazer; y con buena voluntad y sin ninguna resistencia, luego sin dilación como fueron informados de lo susodicho, obedecieron y recibieron los varones religiosos que sus Altezas les enbiaban para que les predicasen y enseñasen nuestra Santa Fee, y todos ellos de su libre agradable voluntad, sin premia ni condición alguna, se tornaron christianos, y lo son, y Sus Altezas los recibieron alegre y benignamente, y ansi los mandó tratar como a los otros sus súbditos y vasallos, y vosotros sois tenidos y obligados a hazer lo mismo.

Por ende, como mejor puedo vos ruego y requiero que entendais bien ésto que os he dicho, y tomeis para entenderlo y deliberar sobre ello el tienpo que fuere justo, y reconoscais a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo y al Sumo Pontífice, llamado Papa, en su nombre, y al Rey y a la Reina, nuestros señores, en su lugar, como superiores e señores y reyes desas Islas y Tierra Firme, por virtud de la dicha donación, y consintais y deis lugar que estos padres religiosos vos declaren y prediquen lo suso dicho. Si ansi lo hicierdes, haréis bien y aquello a que sois tenidos y obligados, y Sus Altezas, y yo en su nombre, vos recibirán con todo amor y caridad, y vos dexarán vuestras mugeres, hijos y haziendas libres, sin servidumbre, para que dellas y de vosotros hagais libremente todo lo que quisierdes e por bien tubierdes, y no vos compelerán a que vos torneis christianos, salvo si vosotros, informados de la verdad, os quisierdes convertir a nuestra santa Fee católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas, y allende desto, Su Alteza vos dará muchos previlejos y esenciones y vos hará muchas mercedes. Si no lo hiciérdes, o en ello dilación maliciosamente pusierdes, certificoos que con el ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y maneras que yo pudiere, y vos subjetaré al yugo y obidiencia de la Iglesia y de Sus Altezas, y tomaré vuestras personas y de vuestras mugeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y disporné dellos como Su Alteza mandare, y vos tomaré vuestros bienes, y vos haré todos los males e daños que pudiere, como a vasallos que no obedecen ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen. Y protesto que las muertes y daños que dello se recrecieren sea a vuestra culpa, y no de Sus Altezas, ni mia, ni destos cavalleros que conmigo vinieron. Y de cómo lo digo y requiero, pido al presente escribano que me lo dé por testimonio sinado, y a los presentes ruego que dello sean testigos.

viernes, 7 de enero de 2011

Sólo el necio confunde valor y precio

El problema del precio del Arte es el mismo que el del oro: no se compra y se vende porque sea bonito y nos atraiga su brillo como a una urraca, sino porque se trata de un valor refugio que rara vez pierde “poder” monetario: quien posea unos kilitos de oro o un par de Picassos sabe, con seguridad, que los va a vender cuando le venga en gana GANANDO SIEMPRE. Por eso, en época de crisis, se multiplican los anuncios de “compro oro” y se pagan barbaridades que harían enrojecer a Bill Gates por cualquier obra de arte.

Cuando los gurús del arte pagan lo que pagan por cualquier obra, están “invirtiendo”, les importa un comino su valor artístico. Es más, son capaces, incluso, de adquirir por millonadas cualquier cosa que se pueda revender más cara, aunque ataque sus propios principios ideológicos. Los Rockefeller, el paradigma del capitalismo americano (sirvió incluso como modelo para el Tío Gilito de Disney), llegaron a contratar al propio Diego Rivera, el famoso cartelista del comunismo trotskista, para decorar su sanctasantórum. Es más,  son capaces incluso de monetizar la efigie de Lenin o del Ché Guevara, comercializar camisetas con la "A" anarquista o comprar la Mierda de artista enlatada por Piero Manzoni, que constituía una descarnada denuncia contra este cambalache artístico.
Como decía Machado, sólo un necio confunde valor y precio. El problema no es la calidad artística o el valor estético o emotivo de una obra (yo babeo con los dibujos de mis hijas), sino en creernos que una cosa vale lo que nos dice Christie’s.